¿Pero qué demonios es la disrupción?

Pensar en disrupción es hablar de algo diferente a lo que normalmente hacemos, decimos, o pensamos y este término tan romántico y de moda en estos momentos pareciera que no debe mencionarse más, ya que nuestro entorno está plagado de escenarios que dicen todo lo contrario, pero, ¿qué es en realidad la disrupción? 

¿Qué es la disrupción?

El término fue acuñado por Clayton M. Christensen, catedrático de Harvard Business School, y presentado en 1995 con su artículo Disruptive Technologies: Catching the Wave, escrito en conjunto con el también profesor Joseph Bower. La recomendación de ambos autores en esta publicación era invertir en tecnología que exigirían los clientes del futuro. ¿Por qué no lo hacían algunas de las empresas ya establecidas si eso fue lo que minó su rentabilidad? Porque estas creyeron, en un principio, que las nuevas tecnologías no responderían a la demanda de sus clientes principales y tampoco tenían interés alguno en lo que consideraban como mercados emergentes (y, por consiguiente, de menor tamaño). Grave error. 
Posteriormente, Clayton M. Christensen planteó esta teoría de una manera más amplia y la nombró “innovación disruptiva” en su libro The Innovators Dilema: When New Technologies Cause Great Firms to Fail, que fue publicado en 1997. El especialista en negocios propone una innovación evolutiva en la que no se crean nuevos productos ni se cambia radicalmente un proceso, sino da una mejoría gradual. 
 
 
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¿Te suena a una contradicción?

A simple vista sí, pero no lo es. En el entorno emprendedor la palabra “disruptivo” alude simbólicamente a una ruptura brusca. Algunos ejemplos de productos que han generado un cambio determinante son el celular, que desplazó al teléfono  jo, y la computadora personal (PC por sus siglas en inglés) como la Olivetti Programma 101 y la Apple II. Si bien, esos artículos parecían sacados de una película de ciencia  ficción en su momento, innovar no es inventar un objeto digno de un libro de Julio Verne precisamente. El verbo innovar se deriva del latín innovre, cuyo significado es “yo renuevo”, “yo restauro” o “yo altero”. De acuerdo con la Real Academia Española, la definición de innovar es “mudar o alterar algo, introduciendo novedades.” Un cambio de 360 grados no siempre representa una ventaja diferencial. En este sentido, también se puede innovar un servicio. ¡Eso fue lo que hizo Uber! 
También lo hizo iTunes al permitirte comprar solamente la canción que te interesa y no todo el álbum completo. 
En su libro Disrupt: Think the Unthinkable to Spark Transformation in Your Business, el profesor Luke Williams, quien también es el director ejecutivo del Centro Berkley de Emprendimiento e Innovación de la New York University, afirma que la frase de “innovarse a morir” en las empresas debe ser sustituida por un “diferenciarse mucho o poco pero encontrando la manera de ser únicas en lo que hacen”. Si cuestionamos lo convencional, entonces podemos brindar una solución inesperada o proponer una estrategia nada convencional. Pero lo principal es superar las expectativas de nuestros clientes. Aquí puedes ver una conferencia de este autor acerca del poder de una buena idea y cómo vencer el miedo para llevarla a cabo de manera exitosa. 
Fuente: 
https://www.entrepreneur.com/article/293913 

Entonces, después de la ruptura, ¿que sigue?

En este momento, ¿qué está sucediendo que te empuje a ser disruptivo para mejorar? Ya sea a tu empresa, proyecto, persona, entorno, o bien, tan solo para abrir los ojos para ver que poco a poco el cambio tendrá que suceder. 
Ahora estamos viviendo tiempos de cambio y con esto poder enfrentar aquello que hemos venido postergando por tanto tiempo, porque es un hecho que cada uno de nosotros tiene en mente hacer algo que ha programado tiempo atrás, pero sobre todo, algo por lo que ha luchado pero ha postergado, ¿contradicción, incongruencia o simplemente momento de aceptar que algo se ha roto y tiene que ser cambiado? 
Nuestra historia personal puede estar plagada de fracasos y con esto no desear seguir luchando por aquello que nunca llega, pero también en el fondo sabemos que algo más viene, y eso es justo una disrupción personal, así que, ¡ve trás ello! Comienza desde cero a formar una nueva versión de ti; asegúrate que ésta no culpe a nadie en lo absoluto y por el contrario, sea tan solo responsabilidad por crecer, evolucionar y accionar, eso en ti que hará que logres todo aquello que te propones. 
“Las soluciones están en la crisis y estas aportan el mayor nivel de creatividad para poder encontrar el mejor camino hacia el éxito” 
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