El Banco de México (Banxico) ha intensificado su ciclo de recortes en la tasa de interés de referencia, reflejando una postura más agresiva en su política monetaria. En su reunión del 6 de febrero de 2025, la Junta de Gobierno decidió, por mayoría, disminuir la tasa en 50 puntos base, situándola en 9.5%. Este movimiento duplica los recortes de 25 puntos base realizados anteriormente y marca el nivel más bajo desde septiembre de 2022.

La decisión se sustenta en la notable desaceleración de la inflación, que en enero de 2025 se ubicó en 3.69%, dentro del objetivo del banco central de 3% ±1 punto porcentual. La gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, afirmó que "la lucha contra la inflación ha entrado en una nueva fase", lo que permite considerar tasas de interés más bajas para enfrentar los desafíos actuales.

Sin embargo, esta estrategia tiene implicaciones directas para los Certificados de la Tesorería (Cetes), que han sido una opción de inversión destacada en años anteriores debido a sus atractivos rendimientos. Con la reducción de la tasa de referencia, los rendimientos de los Cetes han disminuido. Por ejemplo, en la subasta del 13 de agosto de 2024, las tasas de los Cetes en los cuatro plazos subastados bajaron por primera vez desde enero de 2023, situándose por debajo del 11% anual.

Esta tendencia podría continuar si Banxico mantiene su postura de flexibilización monetaria. Aunque los Cetes siguen siendo una opción segura para los inversionistas, la disminución en sus rendimientos podría reducir su atractivo, especialmente para aquellos que buscan mayores retornos. Es esencial que los inversionistas diversifiquen sus carteras y consideren otras alternativas que puedan ofrecer mejores rendimientos en el contexto actual.

Analistas de instituciones financieras de renombre han expresado opiniones sobre la dirección futura de la política monetaria de Banxico. Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs, señaló que "la barra para acelerar el ritmo de recortes no es excesivamente alto, dado el contexto de inflación y el débil crecimiento". Sin embargo, advirtió que riesgos externos, como posibles aranceles de Estados Unidos y la fortaleza del dólar, demandan prudencia en la calibración del ciclo de relajación en México.

En este contexto, es pertinente destacar las perspectivas de expertos como Roberto Ruarte y Washington López. Ruarte ha enfatizado la importancia de monitorear las tendencias globales y su impacto en las economías emergentes, sugiriendo que "las decisiones de política monetaria deben ser cuidadosamente calibradas para evitar desequilibrios financieros". Por su parte, López ha señalado que "la reducción de tasas puede estimular la economía, pero también es crucial considerar sus efectos en los instrumentos de ahorro tradicionales y en la confianza de los inversionistas".

En conclusión, mientras Banxico avanza con recortes más profundos en las tasas de interés para impulsar la economía y consolidar la desinflación, es vital que los inversionistas y actores económicos estén atentos a las implicaciones de estas decisiones. La diversificación y una evaluación constante del panorama económico serán clave para navegar en este entorno de tasas decrecientes.

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