TODOS SOMOS UN TODO…

Pilar Caballero Sada

Neuropsicóloga

Maestra certificada en Reducción de Estrés Basado en Mindfulness

Cuando hablamos de un ser humano, talvez pensemos en su aspecto físico o en sus habilidades intelectuales, o talvez en ninguno de éstos y más bien, consideremos su lado emocional, mental o espiritual. Date un momento para preguntarte: ¿en qué piensas tú cuando piensas en un ser humano? ¿Qué hace a un ser humano un ser humano?

COMO LAS RAMAS DE UN ÁRBOL

Así como sería ingenuo considerar al cuerpo como: solo un cerebro, un corazón o un sistema digestivo, así, de la misma manera, no podemos pensar en el ser humano como si sus partes fueran separadas unas de otras y éstas no se relacionaran y afectaran entre sí. Así es como funciona la medicina funcional. Ésta considera al indivuduo y todas sus “partes” o sistemas integrados afectándose entre ellas. Este tipo de enfoque de salud considera los órganos y todas sus partes afectándose inevitablemente entre ellos como un sistema entrelazado que no se puede separar ni considerar como partes aisladas. Porque pensar que no tienen relación entre ellas sería hasta cierto punto ilógico e inconsciente, ¿no? Tal ilógico como pensar que las ramas de un árbol no están conectadas al mismo tronco.

MUNDO EXTERIOR E INTERIOR

Al recibir a pacientes en terapia, los psicólogos intentamos considerar a la persona como un individuo global: con sus partes emocionales, hábitos, vida espiritual, patrones de comportamiento, etc. Se podría decir, como un ser con un cuerpo pero también con una mente. Enfocarnos solamente en uno de éstos limitaría el avance o la ayuda que podríamos brindarle a éste. Pero más allá de esto, limitaría el autoconocimiento y autoconciencia que la persona puede tener de ella misma.

Michael Singer habla sobre los dos “mundos” del ser humano. El exterior o el mundano: donde ponemos la mayoría de nuestra atención y enfoque refiriéndose a este mundo que está fuera de nosotros. Y por otro lado existe el mundo interior, refiriéndose a nuestro estado mental. Éste determina la calidad de nuestra vida. Singer explica cómo si tu mundo interior no se encuentra bien, estés donde estés no te sentirás bien. Aun estando de vacaciones en el lugar más hermoso de la tierra (piensa en aquella vacación que sea ideal para ti) si no nos encontramos bien en nuestro interior, podemos estar miserables aun estando en este lugar. Esto es porque no podemos huir de nuestro mundo interior. Éste nos afecta en todo momento y lo traemos siempre con nosotros.

TU MUNDO INTERNO

Considerando lo mencionado previamente y teniendo el salto de año tan cerca, talvez nos ayudaría preguntarnos: ¿cómo es mi mundo interior? ¿Me acuerdo que lo tengo o lo tengo olvidado por completo? Este mundo interior que he ido creando con los años, ¿me gustaría para mi hijo/hija/sobrino/etc? ¿Puedo mejorar este mundo interno?

Y al hacer esta reflexión puedo considerar también otros aspectos: ¿cómo cuido de mi cuerpo? ¿Qué hábitos me serviría dejar? ¿Qué hábitos me serviría adquirir? ¿Qué emociones suelo tener? ¿Sé cómo validar, sentir y expresar estas emociones adecuadamente? ¿Dónde en el cuerpo siento cada una de estas emociones?

No te preocupes si sientes que tienes mucho “trabajo” por hacer, más bien te invito a agradecer el tener la oportunidad de conocerte mejor y de poder estar más consciente de ti mismx.

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