CHINO MARTÍNEZ, DOMINANDO LAS MONTAÑAS

LECCIONES INSPIRADORAS DE UN ENTRENADOR DE ESQUÍ DE ÉLITE

¿Quién es Chino Martínez?

Soy argentino, fanático de los deportes, en especial el esquí, las montañas nevadas y viajar por el mundo guiando a clientes y amigos por los lugares con nieve mas exóticos del mundo.

¿Cómo empezó tu amor por el esquí?

Cuando era chico, mi familia me llevó a conocer la nieve en el sur de Argentina, Bariloche y creo que me enamoré de los paisajes, la nieve y el frío. Yo nací en Buenos Aires, una ciudad muy cosmopolita, así que cuando conocí las montañas, la nieve y sus paisajes, me quería quedar ahí. Después, un director austriaco de una escuela de esquí en Argentina, me mandó a hacer un curso y ahí fue en donde realmente me enamoré de los Alpes, su gente y su dedicación al deporte.

¿En qué punto de tu trayectoria se convirtió en una profesión?

He tenido varios momentos muy importantes en mi carrera, pero cuando entiendes que la gente te sigue por tu conocimiento y buenas experiencias, te das cuenta de que tienes un negocio que a la gente le gusta mucho y que puedes influenciar en sus vidas y la de sus familias, como cuando te traen a sus hijos a que aprendan a esquiar contigo.

Durante nuestra carrera, debemos hacer muchas certificaciones y rendir muchos exámenes en seguridad de pistas, técnicas de esquí y avalanchas. Constantemente nos actualizamos para cumplir con los standards que se nos exigen por seguridad. Todo eso lleva años; yo siempre digo que no soy viejo, pero tengo mucha experiencia, es una vocación.

He pasado por Profesor de esquí, entrenador, coach, formador de profesores, guía de montaña, guía de esquí en helicópteros y tengo certificaciones de cuatro países con los más altos standards, cosa que no es fácil, porque todo lograrlo lleva tiempo y mucha dedicación.

Llevo algunos años dirigiendo mi propia empresa de viajes especiales de ski para clientes exclusivos a cualquier parte del mundo, desde Europa, los Alpes, Aspen y Vail. También a Argentina, Chile y Japón, en donde la nieve parece ser eterna. Es como una operadora turística, pero de viajes a los mejores y más remotos centros de ski.

¿Te consideras amante de la adrenalina?

Yo creo que sí; cada bajada o descenso por las pistas te genera algo interno inexplicable y por eso, después de más de 25 años, me sigue gustando, tanto como el primer día.

Esquío más de 100 días por temporada (mínimo 200 días del año). Antes de una bajada, cuando te deja el helicóptero y estás solo con la montaña y tus skis, se apodera de ti un sentimiento muy fuerte, como si conquistaras algo que queda marcado en la nieve y en tu interior por siempre.

¿Existe alguna practica dentro del deporte que aún consideres un reto?

Creo que ya he hecho de todo, pero siempre tenemos que tener mucho respeto a este deporte y más que nada, a las montañas. Cuando le pierdes el respeto, es cuando empiezan los problemas. Hay que estar atento a las avalanchas, estudiar la situaciones y observar los cambios que son constantes: el viento, la acumulación de nieve, el clima que cambia rápidamente.

Una de las cosas que me encanta y que me sigue dando mucha adrenalina es correr carreras de esqui, y a mi edad igual seguimos en categoría Senior, dandole con todo pero obviamente vamos mas despacio que los chicos de 20 o 22 años pero igual le seguimos haciendo carrera.

Una de las cosas que me hubiera gustado hacer en mi carrera es la de correr una Copa del Mundo, yo siempre digo que si hubiera nacido en Bariloche o en los Alpes hubiese sido corredor profesional.

¿Cuál ha sido tu aventura favorita?

He tenido varias, pero siempre digo que la próxima será la mejor. Para los que entienden de esto, la sensación de descender por lugares con nieve virgen (sin marcas o huellas previas), es algo que hoy se busca mucho y se paga muy caro.

Durante los viajes, nos transportamos en helicóptero a lugares remotos con solo cuatro pasajeros y dos guías. Te puedes imaginar el sentimiento cuando nos quedamos solos arriba, a veces a más de 3,500 metros de altura y el piloto se va, es una sensación de paz, adrenalina y sabes que vas a gozar la bajada como nada en tu vida. Esto lo hacemos en lugares como Los Andes en Chile o Argentina, Europa, Italia, Francia, Suiza, Alaska, Canada y más.

Hay lugares a los que vamos con Snow Cats, que son una especie de camión con orugas para la nieve con capacidad de transportar a 12 pasajeros. También, vamos a lugares en donde solo se puede acceder a pie y pasamos el día subiendo y bajando, hasta hacer entre 13 y 14 bajadas, todo por nieve totalmente virgen, reservada especialmente para tus clientes. Eso se puede hacer en Aspen o Vail, en Colorado y también en Niseko, Japón.

Platícanos como es un dia típico de Chino.

Me levanto muy temprano y siempre reviso el clima, monitoreando apps que dan el estatus y advierten de situaciones que pueden ser complicadas. Trato de hacer estiramientos en la mañana para estar listo para el día de ski y no tener problemas en las pistas. El café es fundamental, unas llamadas teléfonicas o mensajes a otros guías y a juntarse con los clientes. Desayunamos juntos, es importante desayunar ya que los días son largos y necesitamos la energía. Siempre planeamos juntos el día, reviso el equipo, esquís, mochilas, beacon (unos aparatos que ayudan a localizarnos en caso de que nos perdamos), las baterías y ¡listos para salir!

Siempre se debe de empezar juntos, ya que algunas distancias son muy largas y no hay tiempo de volver para recoger a más gente. Después, el almuerzo es una parte muy importante del día de esquí y puede ser que involucre algunos vinos o champagne en la sobremesa. Las pistas no cierran muy tarde, al rededor de las 4:00 p.m. y debo acompañar all grupo al hotel antes de que cierren.

Una vez que todo el grupo llegó al hotel, ya te puedes relajar y ahí comienza el tan famoso apres ski, una especie de fiesta que comienza temprano, entre cuatro y cinco de la tarde. En cada país o región se tiene sus características, pero todas incluyen alcohol, música fuerte y mucha danza con las botas de esquí (¡hasta arriba de las mesas!).

¿Cuál es el perfil de tus clientes?

Tengo una combinación muy buena, es una mezcla perfecta de buenos esquiadores con mucha experiencia. Con algunos de ellos he esquiando por más de 10 o 15 años, entonces ya están bien entrenados. A veces vienen con sus hijos jóvenes y eso hace que me mantenga en estado físico y mental para esquiar con adolescentes que solo quieren ir rápido o fuera de pista.

Por otro lado, en Aspen, tengo una base de hace más de 20 años, los clientes pueden ser gente de negocios con mucha personalidad o gente famosa que le gusta ir a lugares remotos para no ser vistos. Cuando vamos a hacer heli skiing, los clientes saben que deben estar bien preparados físicamente, por lo que previo a los viajes, les recomiendo formas de entrenamiento.

Últimamente me han tocado grupos de mujeres que muestran mucho interés y practican con mucha dedicación y cuando tienes un grupo que debes tener organizado afuera en la montaña, ¡eso ayuda mucho!

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere esquiar pero no sabe cómo empezar?

Lo primero es que contrates a un profesor. En donde quiera que estés, siempre podrás encontrar una escuela de esquí o profesores particulares. Este deporte es muy técnico cuando empiezas y si lo haces mal, después lo puedes pagar muy caro.

Antes de empezar tu primer día, los profesores te ayudan a arrendar o alquilar el equipo, no tienes que comprar nada hasta el tercer o cuarto día, que es cuando ya te empiezas a deslizar con más soltura.

¡No te quemes los primeros días! Dos horas a la mañana, break para almuerzo y luego, otras dos horas a la tarde, siempre siguiendo al profesor y no tus acompañantes de viaje que ya saben esquiar, aunque te digan: “ven por acá que es fácil”, ¡no lo hagas! Tú a tu promio paso; cada esquiador tiene su ritmo y esquía a su velocidad favorita y adecuada para el momento de su entrenamiento.

Toma de tres a cuatro días al principio y después, debes practicar solo lo que has aprendido, para después volver a tomar clases particulares y perfeccionar esos detalles que aún no dominas.

Organízate y no quieras ir más rápido solo porque tus amigos lo dicen; las pista van por categorías, desde verdes, azules, rojas, negra y doble negras, clasificadas por grado de dificultad y pendientes, sigue las señales y sino sabes, pregunta a la patrulla de ski o a los profesores.

No comiences a descender una pista sin saber de qué color es, ¡puedes terminar en problemas!

¿Algo más que quieras compartir con nuestros lectores?

Luego de muchos países donde he vivido, me mudé a Ciudad de México. La vida me llevó a terminar acá con mi familia y mis hijos, así que estoy muy contento porque, más que nada, está cerca de la nieve en Estados Unidos, de Colorado, donde paso mucho tiempo en invierno.

Entonces, los invito a preguntarme acerca de los viajes a los centros de esquí en donde más remoto o nuevo les parezca, aquí estaré para ayudarles y asesorarlos para que sus viajes sean una experiencia increíble e inolvidable. Tengo muchísimos amigos y clientes mexicanos, muy buenos esquiadores que me han ayudado mucho para esta entrevista y para desarrollar esta empresa de viajes acá en Mexico Querido.

Anímense a esta aventura de la nieve, lleven a sus familia y a sus hijos. Es un deporte fantástico para compartir en familia y ver a sus hijos dominar las pistas en lugares con mucha nieve.

¡No duden en llamarme y así compartir grandes momentos juntos!

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