LOS SUELOS EN LA 4ª REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

 

Ramón Planas Masip

Director de Operaciones México

Grupo RCR Industrial Flooring

Socio IOS desde 2021

"Durante los últimos 100 años, hemos innovado tanto como en los anteriores 100,000 y en los últimos 10, tanto como en los anteriores 100"

Las revoluciones industriales que conocemos en la historia reciente han provocado una evolución exponencial en términos de tecnología e innovación. En periodos de tiempo cada vez más pequeños, se evoluciona lo mismo que en toda la historia de la humanidad hasta ahora. Este hecho es debido principalmente a que la relación y el intercambio de información entre personas y comunidades es cada vez más rápido y efectivo, incentivado por esa misma evolución tecnológica. Es decir, la consecuencia del avance se convierte al mismo tiempo en la causa que lo acelera.

Algo similar pasa con todo lo que envuelve los cambios en cada una de las revoluciones, para cada invento hay una o varias aplicaciones que implican mejora, pero al mismo tiempo, muchas otras cosas se deben desarrollar o adaptar para hacer posible, viable y rentable ese invento. La primera revolución industrial de finales del siglo XVIII y principios del XIX se puede relacionar directamente con la aparición de la máquina de vapor. Este cambio de la tracción animal por la mecánica tuvo consecuencias muy directas en la industria, como la mecanización de los procesos o el aumento exagerado de la capacidad de producción, pero al mismo tiempo necesitó adaptaciones tanto tecnológicas (todo lo referente a hacer funcionar y dar utilidad al resultado del trabajo de esas máquinas) como sociales e incluso de movilidad, puesto que los núcleos de población debieron reconfigurarse en torno a la nueva manera de producir que se estaba estableciendo.

SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Los suelos industriales no son una excepción y se han adaptado en función de las necesidades que han ido surgiendo. Durante la segunda revolución industrial un siglo después, que duró hasta bien entrado el siglo XX, apareció y se desarrolló el hormigón o concreto armado, y supuso un cambio importante en la manera de hacer los pavimentos en la industria. Este material, frente a otros más tradicionales, como la baldosa, adoquines, etc., permitía hacer suelos mucho más rápido, con un nivel de altimetría bueno, planimetría aceptable, más o menos continuos, con pocas juntas, y en definitiva de una forma menos manual y más estandarizada. Esto ayudó a desarrollar y se alimentó al mismo tiempo de los cambios de este periodo, como la aparición de nuevas energías (gas, petróleo, electricidad...), nuevas tecnologías (motor de combustión), nuevas formas de transporte (avión, automóvil) y de comunicación (radio).

TERCERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

En la segunda mitad del siglo pasado y hasta nuestros días, hemos vivido una tercera revolución, marcada por la informatización y digitalización, que ha transigido (aunque menos de lo que nos gustaría) de energías fósiles a renovables y ha dado un vuelco fundamental a la manera de comunicarnos. Se popularizó la televisión, apareció el teléfono y posteriormente, internet y la telefonía móvil, satélites, y en definitiva se han asentado las bases para iniciar la próxima revolución. Coincidiendo con este periodo, el mundo de los pavimentos industriales ha tenido que profesionalizarse, de la mano de la tecnología generada, para crear las idóneas superficies de trabajo de la nueva industria. Durante estos años se han mejorado los materiales (endurecedores superficiales, juntas armadas, fibras de refuerzo...), se le ha dado una vuelta importante a la forma de diseñar pavimentos sin juntas de retracción, sobre todo para el sector logístico, que es uno de los que más ha sufrido los cambios técnicos y sociales del avance, se han introducido mejoras en la ejecución, como las máquinas extendedoras con tecnología láser para mecanizar todavía más el proceso, y se han establecido controles y normas para conseguir atender las necesidades que los cambios iban pidiendo, como la medición de la planimetría del suelo para su interacción con las máquinas.

CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Actualmente estamos iniciando lo que parece la 4a revolución, ligada a la inteligencia artificial, la robotización y los datos. Como en las anteriores, todo indica que se están experimentando cambios similares (sociales, de comunicación, tecnológicos), pero más rápido. La tecnología de suelos industriales, como siempre, para adaptarse a estos cambios, se está alimentando de la misma tecnología que van provocando los mismos. Algunas empresas están liderando la adaptación de este sector, investigando las nuevas necesidades que tiene la robotización en los firmes y desarrollando la manera de medirlas, diseñarlas y ejecutarlas. Este capítulo se está escribiendo, y es posible que no deje de escribirse nunca, pues una característica fundamental de esta nueva revolución es que los cambios no solo son rápidos, sino que se están produciendo constantemente. El software se actualiza casi a diario, los procesos se revisan cada corto periodo de tiempo. No hay producto final, parece que vivimos en constante versión Beta de las cosas.

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